La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, es una de las enfermedades más comunes y silenciosas en la población mundial. Puede pasar desapercibida durante años sin síntomas evidentes, pero a largo plazo puede causar problemas graves en el corazón, el cerebro y otros órganos. En este artículo, exploramos sus causas, síntomas y estrategias para controlarla. ¡Vamos!

¿Qué es la hipertensión arterial?

La presión arterial es la fuerza con la que la sangre empuja contra las paredes de las arterias. Cuando esta presión es constantemente alta, el corazón debe trabajar más de lo normal para bombear la sangre. Se considera hipertensión cuando la medición supera los 140/90 mmHg, aunque valores por encima de 130/80 mmHg ya pueden ser preocupantes en algunos casos.

Causas de la hipertensión arterial

La hipertensión puede desarrollarse por múltiples factores, algunos modificables y otros no:

  • Factores genéticos: Si hay antecedentes familiares de hipertensión, el riesgo aumenta.
  • Edad: A medida que envejecemos, las arterias pierden elasticidad y la presión tiende a subir.
  • Sobrepeso y obesidad: El exceso de grasa obliga al corazón a trabajar más.
  • Dieta alta en sodio: Consumir demasiada sal puede aumentar la retención de líquidos y elevar la presión arterial.
  • Falta de ejercicio: Un estilo de vida sedentario contribuye a la rigidez arterial.
  • Estrés crónico: La liberación constante de hormonas del estrés puede afectar la presión sanguínea.
  • Consumo de alcohol y tabaco: Ambos dañan los vasos sanguíneos y elevan la presión arterial.

Síntomas de la hipertensión arterial

La hipertensión se conoce como el «asesino silencioso» porque no siempre presenta síntomas evidentes. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar:

  • Dolor de cabeza frecuente
  • Mareos o sensación de inestabilidad
  • Visión borrosa
  • Zumbidos en los oídos
  • Dificultad para respirar
  • Sangrado nasal ocasional

Si la presión es extremadamente alta, pueden presentarse síntomas graves como dolor en el pecho o confusión, lo que requiere atención médica inmediata.

Consecuencias de la hipertensión no controlada

Si no se trata, la hipertensión puede generar problemas serios en el organismo:

  • Infarto de miocardio: El corazón se ve sobrecargado y pueden formarse coágulos.
  • Accidente cerebrovascular: La presión alta puede debilitar los vasos sanguíneos del cerebro.
  • Insuficiencia renal: Los riñones pueden dañarse por el esfuerzo excesivo.
  • Problemas oculares: Puede afectar la visión al dañar los vasos sanguíneos de los ojos.

Diagnóstico y medición de la presión arterial

Para diagnosticar la hipertensión, es fundamental medir la presión de forma regular. Esto puede hacerse en casa con tensiómetros digitales o acudiendo a una consulta cardiológica. Se recomienda:

  • Tomar la presión en reposo y en un ambiente tranquilo.
  • Evitar café, alcohol o tabaco al menos 30 minutos antes de la medición.
  • Realizar varias mediciones en distintos días para obtener un promedio.

Si se detectan valores elevados, el médico puede solicitar estudios adicionales como análisis de sangre, electrocardiogramas o ecografías del corazón.

Tratamiento y control de la hipertensión arterial

El tratamiento dependerá de la gravedad del caso y las condiciones individuales de cada persona. Algunas estrategias clave incluyen:

  • Dieta saludable: Reducir el consumo de sal, grasas saturadas y alimentos procesados.
  • Ejercicio regular: Al menos 30 minutos de actividad física moderada, cinco veces a la semana.
  • Control del estrés: Técnicas como la meditación o la respiración profunda pueden ayudar.
  • Evitar el tabaco y el alcohol: Reducir o eliminar su consumo mejora la circulación sanguínea.
  • Medicación: En algunos casos, el médico puede recetar antihipertensivos para controlar la presión arterial.
doctor midiendo la presión arterial a su paciente

¿Cómo prevenir la hipertensión?

Aunque algunos factores de riesgo no pueden modificarse, hay hábitos que pueden ayudar a prevenir la presión arterial alta:

  • Mantener un peso saludable
  • Reducir el consumo de sal y alimentos ultraprocesados
  • Aumentar la ingesta de frutas, verduras y alimentos ricos en potasio
  • Dormir bien y mantener un horario de descanso regular
  • Hacer chequeos médicos periódicos para detectar cualquier cambio en la presión arterial

¿Cuándo acudir al médico cardiólogo?

Es recomendable acudir a una Clínica Cardiológica en lima si:

  • La presión arterial se mantiene alta en varias mediciones.
  • Aparecen síntomas como dolor en el pecho, mareos o dificultad para respirar.
  • Hay antecedentes familiares de hipertensión o enfermedades cardiovasculares.

Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones graves. No esperes más y visita nuestra Clínica de Cardiología en Lima, tu salud no tiene precio. ¡Te esperamos!